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viernes, 23 de noviembre de 2012

Las mujeres que manejan bicicleta pierden sensibilidad genital


Estudios de la  Universidad de Yale (EE UU) descubrió el año 2006 que las mujeres que practicaban ciclismo tenían menos sensibilidad genital. Ahora un nuevo estudio de la misma universidad, publicado en la revista Journal of Sexual Medicine, demuestra que, en efecto, la presión constante del asiento de la bicicleta puede causar problemas en la sensibilidad genital.


Los asientos de las bicicletas están diseñados de tal modo que el peso puede llegar a comprimir los nervios y vasos sanguíneos del área del perineo, el suelo de la pelvis, que son necesarios para el correcto funcionamiento de los órganos sexuales.
Según los investigadores, muchas mujeres que se desplazan en bicicleta o reciben clases de spinning (con bicicletas estáticas) en un gimnasio se han quejado de adormecimiento y pérdida de sensibilidad en el área genital. Pero hasta ahora el vínculo entre la sensación y el ciclismo no se había probado científicamente.
El nuevo estudio se basó en mujeres que realizaban trayectos de al menos 16 kilómetros a la semana en bicicleta durante 4 semanas. Las participantes llevaron sus propias bicicletas al laboratorio, donde fueron colocadas en máquinas estáticas para que las mujeres las utilizaran como solían hacerlo en el exterior. Los científicos compararon el efecto de diferentes tipos de bicicletas, con diversas posiciones de asientos y manubrios, y analizaron la presión en el piso pélvico de las ciclistas. El análisis midió la sensación genital de las participantes en micrómetros -milésimas de milímetros- utilizando un estesiómetro, un instrumento para medir la sensibilidad táctil.
Los resultados mostraron que el factor más determinante era la posición del manubrio. Las mujeres que utilizaban bicicletas que tenían manillares ubicados a nivel más bajo que el asiento tenían una mayor presión en el perineo y una menor sensibilidad en el suelo pélvico.

Según los investigadores, cuanto más desciende el manubrio, más debe inclinarse hacia adelante la mujer, y más peso corporal soporta el perineo. Modificar la estructura de la bicicleta podría reducir los efectos negativos sobre la sexualidad del uso habitual de este medio de transporte.  Cabe resaltar que otro estudio sugieren que los hombres que practican ciclismo al menos 5 horas a la semana pueden presentar un conteo menor de espermatozoides en el semen y menor probabilidad de concebir, en otras palabras estéril.

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