martes, 30 de abril de 2013
Rusia lanza un arca de Noé al espacio
Cuarenta y cinco ratones, ocho jerbos, quince tritones, veinte caracoles, quince lagartijas y algunos microorganismos acaban de ser puestos
en órbita a bordo de la cápsula espacial rusa Bion-M, lanzada por un cohete Soyuz desde la base de Baikonur (Kazajistán). Durante la misión, que durará 30 días y en la que colaboran la NASA y el Instituto Ruso de Problemas Miomédicos de Moscú, los animales serán sometidos a diversos estudios biomédicos espaciales. Los expertos han indicado que todas las especies elegidas guardan similitudes inmunológicas, biológicas o estructurales con el ser humano.
Bion-M está equipada con decenas de cámaras de vídeo para vigilar el estado de los animales y su adaptación al medio. Los pasajeros del satélite permanecerán en una órbita circular inicial de 575 kilómetros a 64,9 grados de inclinación.
El principal objetivo de la misión es investigar la fisiología animal en situación de microgravedad, así como analizar los efectos radiobiológicos e identificar parámetros biológicamente significativos de radiación ionizante cósmica. Concretamente, los científicos de la NASA se centrarán en la respuesta de los vasos sanguíneos, las articulaciones de la rodilla y los codos, la columna vertebral y el oído interno, encargado de mantener el equilibrio. Con los datos recabados serán útiles, entre otras cosas, para preparar un futuro viaje tripulado a Marte.
Además, los investigadores pretenden analizar cómo de readaptan las células y los tejidos a la gravedad terrestre después de pasar un mes en el espacio. Hasta ahora, los estudios en el espacio se habían llevado a cabo en períodos no superiores a dos semanas y con tecnología más rudimentaria.
Está previsto que el módulo de investigación vuelva a la Tierra el 18 de mayo y aterrice cerca de la ciudad de Orenburg (Rusia). Será entonces cuando empiece la segunda parte de este trabajo.
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